A mediados del siglo XVIII surge el capitalismo industrial, el cual fue posible por la acumulación de extensas cantidades de capital promovidas por la fase del mercantilismo y de la inversión en maquinaria. El capitalismo industrial marcó el desarrollo del sistema de fábrica de manufactura, caracterizado por una división del trabajo compleja entre y dentro del proceso del trabajo y de las rutinas en las tareas de trabajo; y finalmente establecido la dominación global del modo de producción capitalista. Durante la Revolución industrial, el industrial substituyó al comerciante como agente dominante en el sistema capitalista y efectuó la declinación de las habilidades tradicionales de la artesanía de artesanos, de gremios, y de jornaleros. También durante este período, el capitalismo marcó la transformación de relaciones entre la burguesía alta y los campesinos terratenientes británicos, dando lugar a la producción de cultivos comerciales para el mercado. El exceso generado por el alza de la producción agrícola comercial animó la mecanización creciente de la agricultura y a la vez el burgués más rico. El apogeo del capitalismo industrial también fue asociadoa la declinación del mercantilismo. A mediados y finales del siglo XIX, Gran Bretaña se le ve extensamente como el caso clásico del capitalismo del liberalismo. El capitalismo del liberalismo ganó favor sobre mercantilismo en Gran Bretaña en la década de 1840 con la anulación de las leyes del maíz y de los actos de navegación. Conforme a las enseñanzas de los economistas políticos clásicos, llevadas por Adam Smith y David Ricardo, Gran Bretaña abrazó el liberalismo, promoviendo la libre competencia dentro de todas las clases sociales, así como la eliminación de barreras al desarrollo de una economía de mercado. {text:bookmark-start} {text:bookmark-end} El capitalismo de fines del siglo XIX y a principios de siglo XX del siglo también se ha descrito como era de "capitalismo monopólico," marcado por el...