Una vez establecidos los datos epidemiológicos que muestran la innegable relación entre obesidad y el desarrollo de síndrome de fragilidad en el anciano, es necesario explicar los mecanismos fisiopatológicos que condicionan esta relación.
Diabetes mellitus. Aproximadamente 20% de los adultos obesos mayores de 60 años padecen diabetes mellitus. La obesidad causa resistencia a la insulina, sobretodo en el músculo esquelético. En el anciano la DM se relaciona con mayores índices de mortalidad y disminución funcional; mayor incidencia de caídas, desarrollo de úlceras por presión, incontinencia, depresión, constipación y demencia vascular.
Osteoartritis. Debido a la carga ponderal extra, la osteoartritis ocurre sobretodo en las articulaciones de los miembros inferiores
Enfermedades cardiovasculares. En pacientes obesos, existe mayor probabilidad de presentar factores de riesgo cardiovascular (DM, hiperlipidemia, síndrome metabólico). Estos factores están relacionados con el desarrollo de ateroesclerosis.
Hipertensión. A mayor índice de masa corporal, mayor incidencia de hipertensión. Como ya se mencionó, la hipertensión constituye un factor de riesgo cardiovascular.
Dislipidemia. La resistencia periférica a la insulina causada por la obesidad provoca hiperinsulinemia, la cual a su vez provoca aumento en la síntesis hepática de triglicéridos con un consecuente aumento en las LDL y diminución de las HDL. La dislipidemia constituye un factor de riesgo cardiovascular.
Otras alteraciones como: apnea del sueño, enfermedad de reflujo gastroesofágico, incontinencia urinaria, demencia, cataratas y cáncer (sobretodo neoplasias del tracto gastrointestinal, páncreas, hígado, riñón, bazo y del sistema reticuloendotelial).
El resultado que tiene la obesidad sarcopénica se puede apreciar claramente en la siguiente tabla.
{draw:frame}
Finalmente, en la tabla siguiente se muestra que los...